con la muerte en los talones

tenía ganas de volver a ver con la muerte en los talones (cuyo título original es north by northwest), una de las películas más célebres del maestro del suspense, alfred hitchcock. fue rodada en 1959 y está protagonizada por el gran actor cary grant. como no he logrado encontrarla en dvd, pues al final la he visto en video.

la trama de esta película es compleja, pues se basa en una confusión de identidad, y entran en juego tres bandos con diferentes objetivos, como veremos. empecemos por el principio: roger thornhill (cary grant) es un ejecutivo publicitario de refinados modales, carácter flemático y un cierto sentido del humor irónico. a menudo se le ve acompañado por su madre, lo que no invita a pensar que se dedique a actividades ilegales o peligrosas.

la escena en la que comienza el nudo argumental no se hace esperar. roger thornhill acude a una reunión de trabajo que tiene lugar en el hall de un hotel de nueva york. en una esquina se encuentran dos hombres mal encarados espiando. en un momento en que el protagonista se levanta de la mesa, alguien nombra en voz alta a un tal george kaplan, lo que hace interpretar a esos dos individuos que thornhill es ese tal kaplan, al que están buscando. le interceptan a su paso y le obligan a salir del hotel y a subirse a un coche a punta de pistola.

durante el trayecto hacia el lugar a donde le conducen los malhechores, thornhill hace gala de su peculiar sentido del humor al quejarse de que ha dejado plantados a unos amigos con los que había quedado, lo cual es algo totalmente trivial en comparación con el hecho de ser secuestrado. hace un intento de escapar sin éxito.

el lugar de destino de los secuestradores es una lujosa casa de campo en long island. el protagonista es encerrado en un amplio despacho lleno de estanterías. tras una breve espera, comparece el que parece ser el jefe de la banda, el autor intelectual de su secuestro. éste, acompañado de sus secuaces, interroga a thornhill sobre supuestas actividades de espionaje, en el convencimiento de que el secuestrado es ese tal kaplan a quien buscaban. thornhill niega con vehemencia que él sea kaplan. hasta que al final, enfurecidos por no lograr obtener de él ninguna información, le emborrachan forzándole a beber una botella entera de whisky, y le montan en un coche.

uno de los malhechores conduce un descapotable llevando a thornhill en el asiento del copiloto. el protagonista logra empujar al conductor fuera del coche y toma los mandos, para huir de la banda que le ha secuestrado. debido a su estado de embriaguez, provoca varias situaciones de peligro, hasta que al final ocasiona un choque en cadena que hace que la policía le detenga. los malhechores, que iban persiguiéndole varios metros atrás, al ver lo ocurrido dan media vuelta.

thornhill es trasladado a comisaría, en un estado de embriaguez tan acusado que hace de esta escena una de las más cómicas de la película. desde allí telefonea a su madre, contándole la inverosímil historia de que le secuestraron, le emborracharon por la fuerza, y al final logró huir. le pide que se ponga en contacto con su abogado para que pague la fianza para quedar en libertad.

una vez liberado, thornhill denuncia a la policía el secuestro del que fue objeto. él y su madre -quien se muestra escéptica ante la historia que cuenta su hijo- se trasladan a la casa donde estuvo recluido, acompañados por varios agentes de policía. esa casa pertenece a un hombre llamado lester townsend, quien en el momento de la visita de la policía ya no se encuentra allí. les atiende una mujer que se supone que es su esposa, y les informa de que townsend se encuentra en la sede de las naciones unidas, donde trabaja como diplomático. esa mujer se dirige a thornhill, hablándole de una cena en la que él bebió más de la cuenta, lo que contradice la versión de que fue emborrachado por la fuerza. el protagonista, indignado, niega conocer a esa mujer que le habla con tanta familiaridad. tratando de probar la veracidad de su testimonio, thornhill les señala el armario donde guardaban el whisky que le obligaron a beber. al abrirlo, lo único que encuentran allí son libros, y la madre de thornhill comenta, sarcástica: “no sabía que el whisky lo encuadernaban”.

el protagonista sigue tratando de tirar del hilo. acude al hotel donde está hospedado el tal george kaplan por quien le confundieron los malhechores. su madre le acompaña a regañadientes. en la recepción del hotel, logra obtener la llave de la habitación de kaplan y entra en ella con su madre, quien le advierte de lo peligroso de su plan. allí, thornhill habla con varios empleados del hotel, quienes se dirigen a él como el señor kaplan sin ninguna extrañeza. de ello se deduce que nunca habían visto hasta entonces a kaplan, y por eso asumen que el hombre que está en su habitación es él. thornhill empieza a sospechar que kaplan no existe.

el siguiente paso que da es desplazarse a la sede de las naciones unidas para tener unas palabras con lester townsend, quien se suponía que era el autor de su secuestro. una vez allí, pregunta por él en recepción, y desde allí le avisan de que tiene una visita. cuando aparece townsend, el protagonista se lleva una gran sorpresa al comprobar que no es el malhechor que le retuvo y le interrogó en aquella casa. thornhill le pregunta si tiene una casa de campo en long island, a lo que responde, extrañado por la pregunta, que así es, pero que esa casa está cerrada desde hace mucho tiempo. de ahí se descubre que la casa estuvo ocupada ilegalmente por los malhechores. townsend, con un tono de irritación creciente en su voz, le pregunta a thornhill qué es lo que desea de él. thornhill entonces le muestra una foto de los secuestradores que encontró en la casa, preguntándole si reconoce a alguien.

justo en ese momento, un miembro de la banda de malhechores que estaba por allí y que se había acercado sigilosamente, le asesta a townsend una puñalada por la espalda, dándose a la fuga de inmediato. thornhill, horrorizado, toma el puñal que la víctima tiene clavado, lo que hace pensar a todos los que están allí que él es el culpable. la instantánea de thornhill con el puñal en la mano se publica en todos los periódicos, y la policía ofrece una recompensa por su captura.

una cosa ha quedado clara: el verdadero townsend no era su secuestrador. éste era en realidad un bandido de nombre phillip vandamm (interpretado por james mason). durante el interrogatorio al que fue sometido thornhill, vandamm le había proporcionado una información que le podía ser útil, y es que kaplan iba a viajar a chicago el día siguiente al asesinato que le habían atribuido al protagonista.

thornhill, camuflado bajo unas gafas de sol para no ser reconocido, intenta sacar un billete de tren para chicago. el empleado que le atiende le reconoce como el presunto criminal que aparece en todos los periódicos, y llama a la policía. thornhill huye de inmediato en cuanto se da cuenta. finalmente logra embarcarse en el tren sin billete, con la excusa de que va a despedir a alguien.


una vez en el tren, tropieza con una atractiva joven de nombre eve kendall (interpretada por eva marie saint). ésta le ayuda a ocultarse de los policías que le han visto subir al tren, dándoles la pista falsa de que ha huido por el andén. la joven esconde a thornhill en el interior de la litera plegable de su compartimento hasta que pasa el peligro. él hace comentarios irónicos acerca de sus dificultades para respirar en tales circunstancias.

un rato después, van a comer juntos. durante la comida, ella se muestra atraída por él, y le lanza varias indirectas a las que él responde con una mezcla de halago y escepticismo. en un momento dado, el tren para y la joven ve por la ventanilla a unos policías acercarse. ella le aconseja no pedir postres, y como él no capta la indirecta, le advierte que el tren ha parado antes de llegar a la siguiente estación, y que se acercan unos policías “no muy sonrientes”.

nuevamente la chica le oculta en su compartimento, mientras los policías la interrogan, pues la habían visto hablando con él. ella lo niega todo, asegurando que no se conocían, que se habían encontrado por casualidad, y que no habían hablado de nada trascendente. finalmente los policías se marchan, pidiéndole que les informe en caso de encontrar al criminal buscado. después de eso, la joven se dirige a un compartimento donde resultan estar vandamm y su compinche más cercano -de nombre leonard-, y les pasa una nota.

cuando el tren llega a chicago, thornhill se disfraza de porteador (sustrayendo un uniforme) para no ser descubierto por la policía, y camina varios metros por delante de la joven, para no despertar sospechas. al rato se encuentran y van juntos al hotel donde ella había reservado habitación.

una vez en el hotel, la joven da a thornhill la noticia de que le ha concertado una entrevista con el misterioso kaplan. le facilita una dirección y una línea de autobús. el protagonista acude con gran curiosidad. la parada en la que tiene que bajarse es un lugar un tanto extraño para citarse: se trata de una carretera solitaria en medio de unos campos de maíz resecos.

durante un rato se da paseos mirando alrededor, esperando que alguien aparezca por allí. entonces llega un hombre de aspecto intrigante que se queda de pie esperando al otro lado de la carretera. thornhill se acerca a él con cierta precaución, y le hace un comentario sobre el clima para romper el hielo. el otro responde de manera muy campechana, lo que disipa sus temores. le pregunta si su nombre es kaplan, a lo que responde negativamente, y le dice que sólo está esperando al autobús. en ese momento llega el autobús que esperaba, y el protagonista se vuelve a quedar solo.

al rato, se escucha el sonido de un motor por el cielo, que resulta ser una avioneta fumigadora. a thornhill esto le resulta extraño ya que esos campos están secos y no hay nada que fumigar. la avioneta se va acercando y él la mira sin poder creerlo, hasta que el instinto de supervivencia le hace saltar en plancha al suelo. la avioneta pasa rozándole. la misma secuencia del intento de ataque de la avioneta se repite varias veces. dado el carácter flemático del protagonista, su expresión de miedo y desconcierto tiene algo de cómico, y por eso esta escena despierta más de una sonrisa.

en uno de los últimos ataques, thornhill se cobija en medio de los maizales, y desde la avioneta se le lanza una ráfaga de insecticida que le provoca un fuerte ataque de tos. en un momento dado pasa por la carretera un camión-cisterna de gasolina contra el que choca la avioneta, provocando un incendio. el protagonista huye de allí.

en la siguiente escena, thornhill ha regresado hotel, y le cuenta a la joven que kaplan no ha comparecido, en tono de reproche por haberse sentido engañado. ella trata de eludir el tema, y tal vez impulsada por el miedo y los remordimientos, le dice que es mejor que no se vuelvan a ver y que cada uno siga su camino. su encuentro y su breve historia romántica deben quedar sólo como un buen recuerdo.

la joven debe acudir a un compromiso profesional al que él insiste en acompañarla. entonces ella tiene una idea para retenerle en la habitación mientras se marcha: accede a que la acompañe, pero con la condición de que cambie de traje, pues el que lleva está sucio (de haberse revolcado por el campo para esquivar los ataques de la avioneta). encarga al servicio del hotel que traigan un traje limpio, y le invita a que tome una ducha mientras espera. aprovechando que él está en el cuarto de baño, con el grifo de la ducha ahogando el ruido exterior, ella se marcha.

el protagonista se da cuenta de la treta, y sale del cuarto de baño (sin haber llegado a meterse en la ducha). encuentra en la mesita de noche una nota en la que aparece la dirección del lugar en el que ella se ha citado, y se dirige hacia allí. el acto que se está celebrando es una subasta de arte. thornhill ve con desagradable sorpresa que en los asientos de delante está sentada la joven junto con vandamm y leonard. justo en ese momento se está pujando por una estatuilla indígena que es finalmente adjudicada a vandamm.

thornhill se aproxima a donde están sentados, y se dirige alternativamente a los malhechores, haciendo comentarios sarcásticos sobre sus intentos de deshacerse de él, y a la joven, a quien le reprocha amargamente su doble juego. ella reacciona mostrándose ofendida, pero él duda de su sinceridad. el diálogo que se mantiene en esta escena es muy ingenioso. thornhill se muestra admirado de que vandamm y leonard sean coleccionistas de obras de arte, pues hasta ahora pensaba que eran “coleccionistas de cadáveres”. por su parte, ellos, que todavía están convencidos de que quien tienen enfrente es kaplan, comentan sarcásticamente que entre las muchas personalidades que puede adoptar un espía del gobierno está la de caballero celoso y despechado.

thornhill afirma que se sentiría más seguro en manos de la policía (pues sigue estando en busca y captura) que en la de esos criminales. intenta abandonar la sala de subastas, pero observa que todas las salidas están vigiladas por miembros de la banda. entonces se le ocurre una idea: comportarse inapropiadamente y armar escándalo para que llamen a la policía y se lo lleven de allí, y de ese modo evitar caer en manos de los malhechores.

de esa manera se desencadena la que para mí es la escena más cómica de la película. thornhill empieza sentándose en una de las primeras filas, empujando a la persona que está sentada en el extremo y obligando a todos a desplazarse para hacerle sitio. su provocación con el objeto de ser detenido adopta varias formas: lanzar pujas por un valor inferior al máximo que se había lanzado hasta ese momento, asegurar que el objeto subastado no vale lo que se ofrece por él, ofrecer cifras altísimas sin ton ni son que dejarían a todos sin ninguna oportunidad... el protagonista es advertido por los directores de la subasta de que debe atenerse a las normas establecidas. su mal comportamiento recibe también alguna respuesta de los participantes, como cuando una señora, en respuesta a su afirmación de que cierto objeto por el que se está pujando está falsificado, le espeta: “sabemos que usted no está falsificado. usted es idiota!”.

finalmente, se observa cómo uno de los directores de la subasta hace una llamada telefónica. tal como thornhill se había propuesto, está llamando a la policía. cuando llegan, opone cierta resistencia para acentuar su imagen de alborotador y asegurar que se lo lleven detenido, y de ese modo evitar a los malhechores. cuando es trasladado en el coche patrulla, les pregunta qué cargos se le van a imputar, y le responden que el de armar escándalo en un acto público. en su empeño por refugiarse en la policía para proteger su vida, les confiesa que él es el asesino de la foto con el puñal que aparece en todos los periódicos. entonces uno de los policías rápidamente informa por radio a sus superiores de que han capturado al asesino de lester townsend. sin embargo, inexplicablemente, ordenan que se le traslade, no a la comisaría como sería de esperar, sino al aeropuerto.

una vez allí, le presentan al ‘profesor’, que es un jefe de los servicios de inteligencia del gobierno. comienza explicándole que en esta ocasión, aunque no es lo habitual, han dado indicaciones a la policía de lo que debían hacer, y por eso ha sido liberado. el profesor le explica a thornhill que están luchando contra vandamm y sus secuaces, que se dedican al contrabando de microfilms con información confidencial. y le desvela que george kaplan, tal como sospechaba el protagonista, es un personaje inexistente inventado para desviar la atención de los malhechores y proteger al verdadero agente de la organización. y quién es ese agente? pues ni más ni menos que la joven eve kendall, para gran sorpresa de thornhill.

el profesor propone a thornhill volar hasta rapid city, donde se encuentra la joven, para liberarla de los malhechores, de quienes simulaba ser cómplice para obtener información sobre sus actividades. thornhill tiene entonces una idea, que es concertar una cita en una cafetería con eve y vandamm, haciéndose pasar por kaplan. cuando se encuentran allí, propone a vandamm facilitarle la salida del país, a condición de que la joven se quede. vandamm rechaza la oferta. a continuación, thornhill trata de hablar con la chica y le cierra el paso para impedir que se vaya, pero ella hace ademán de rechazarle, y ante su insistencia saca una pistola y le dispara varios tiros delante de todo el mundo.

el protagonista es trasladado en una camilla, pero en el momento de ser introducido en la ambulancia se incorpora sin señal de haber sufrido ningún daño. la joven le había disparado con balas de fogueo, para que los malhechores no sospecharan que estaba de parte de él. el profesor decide retener a thornhill en la habitación de un hospital, pues no juzga conveniente que vuelva a intervenir.

sin embargo, thornhill está decidido a rescatar a la joven del peligro. para ello escapa de la habitación en la que está internado, se viste con un pantalón y una camisa y se dirige hacia la guarida de los bandidos, una casa en medio de las montañas. para no ser visto, escala por la fachada hasta llegar a una ventana del salón que se encuentra abierta. allí están vandamm y leonard dialogando. se entera de algo muy interesante, y es que un importante microfilm que piensan sacar del país se encuentra en el interior de la estatuilla que vandamm adquirió en la subasta.

en un momento dado, leonard saca una pistola y dispara contra su jefe. thornhill contempla la escena horrorizado. sin embargo, vandamm continúa en pie sin ningún rasguño. leonard ha utilizado la misma pistola con la que la joven disparó contra thornhill, y su propósito era demostrar a vandamm que aquello fue una treta para que creyeran que la chica estaba del lado de ellos. entonces vandamm decide, como venganza por esa traición, deshacerse de ella cuando estén embarcados en el avión, lanzándola al exterior.

thornhill, alarmado, entra por una ventana en la casa. desde el piso de arriba, ve cómo la joven se reúne con los malhechores. se dispone a embarcarse con ellos. el protagonista tiene la idea de escribir una nota en una caja de cerillas que lleva en el bolsillo, avisándola de que van a intentar matarla. se la lanza, pero no cae lo bastante cerca de ella y no la ve. providencialmente, la joven tiene que volver a su habitación a recoger algo que se le ha olvidado. allí se encuentra con thornhill, quien le advierte encarecidamente que esté prevenida y que haga lo que sea por evitar subirse al avión con ellos.

de camino al avión, la joven sale corriendo, llevándose la estatuilla con el microfilm, y se une a thornhill. ambos huyen deslizándose por un gran monumento con forma de rostro humano tallado en una roca. se trata de su única salida. son perseguidos por leonard y valerian, otro de los miembros de la banda. este último da un traspiés y cae por el precipicio. los protagonistas continúan su huida, y en un momento dado la chica resbala, pero thornhill logra agarrarla con una mano, mientras con la otra se sujeta a un pico de la roca. para añadir aún más suspense, leonard se aproxima y pisa a thornhill en la mano con la que se está sujetando, lo que tarde o temprano acabaría por provocar la caída de los dos.

en ese momento llega la policía y dispara contra leonard. en lo que se refiere a la persecución de los bandidos, ya se encuentran a salvo, porque además vandamm ha sido detenido. pero thornhill y la chica necesitan ayuda para no caer al vacío. cuando parece que les están fallando las fuerzas y sus manos empiezan a resbalar, se pasa a una nueva escena en la que thornhill sujeta a la joven de una mano y tira de ella hacia arriba... sólo que en lugar de en un precipicio, se encuentran en el compartimento de un tren, en pijama, él en la litera superior y ella en la inferior. ella le dice, riendo: “pero hombre, aquello ya pasó!” y él responde: “sí, pero me gusta recordarlo!”. y con ese final feliz concluye la película.

mi reseña me ha salido muy larga. creo que eso significa principalmente que no he tenido una buena capacidad de síntesis. :P pero también que se trata de una película muy compleja -como casi todas las de hitchcock- en la que cada escena y cada detalle tienen su importancia en la trama. por eso, a la hora de hacer un resumen del argumento, te das cuenta de que hay muchas cosas que no se pueden obviar.

bueno, pues no me enrollo más y os dejo con dos de las escenas más famosas: la de la avioneta y la de la subasta. aunque hay muchas más escenas memorables. se nota un poquito que me gusta con la muerte en los talones, verdad? ;)