recuerdos

cuando era pequeñito, una vez mi madre salió a la calle por la tarde. era un día de otoño o invierno, porque llevaba abrigo. yo la esperé junto a la puerta de la calle, sentado sobre una alfombra que allí había. la luz de la entrada estaba apagada, y tan sólo me llegaba la luz del salón, a través de los cristales traslúcidos de sus puertas.


la entrada o hall de mi casa no ha cambiado mucho. la puerta la sustituimos por otra más segura años atrás, el parquet lo acuchillamos y barnizamos, la alfombra no es la misma ni mucho menos... pero, salvo esos pequeños detalles, la visión de conjunto para mí sigue siendo igual.

ignoro cuánto tiempo estuve esperando a mi madre. para un niño el tiempo transcurre de forma diferente que para un adulto. por un lado el tiempo a los niños se les hace más largo, pero por otro lado... también aguantan mejor la monotonía, porque estar sentado en el suelo a oscuras sin hacer nada no es algo que se me antoje especialmente divertido. :P

el caso es que cuando volvió mi madre, me trajo un regalo: un tebeo de mortadelo y filemón, de la colección olé. no era el de la foto, simplemente he elegido uno de los que tengo y lo he fotografiado sobre el parquet, para ilustrar esta historia. :) no puedo afirmarlo con seguridad, pero supongo que mi madre me había prometido traerme un tebeo cuando volviera. eso explicaría mi paciente espera...



por aquel entonces, yo tenía tan sólo unos seis añitos. ahora tengo algunos más... el tiempo pasa volando, verdad? y a partir de mañana 1 de junio, tendré uno más.

y por eso ya tengo preparada la piñata y las chuches con las que la rellenaré. cuando la tenga colgada y tire de las cintas para que caiga su contenido, estaréis tod@s invitad@s a coger lo que queráis. :D

por cierto, wendy, esta piñata a ti seguro que te gustará. ;)






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