aprender a dibujar



28.01.2009

este libro me lo regalaron hace unos cuatro años. todo empezó porque me puse a buscar en internet información sobre técnicas para aprender a dibujar. encontré unos tutoriales muy interesantes, en los que hacían muchas referencias a este libro, aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro de betty edwards. me pareció muy interesante, y por eso lo pedí para reyes. la palabra ‘nuevo’ que veis en la portada escaneada se debe a que se trata de una revisión de la edición original.

además de ser una guía didáctica para aprender a dibujar, es un libro entretenido de leer porque cuenta cosas muy interesantes. empieza explicando, de una manera sencilla y amena, cómo nuestro cerebro está dividido en dos hemisferios, cada uno de los cuales tiene capacidades y modos de percibir diferentes. el lenguaje, el cálculo numérico y la capacidad de razonamiento pertenecen al hemisferio izquierdo. la intuición, la creatividad y todas las formas de expresión no verbal son propias del hemisferio derecho.

el método de la autora se basa en utilizar al máximo las capacidades del lado derecho de nuestro cerebro a la hora de dibujar. la idea es dibujar exactamente lo que vemos en la foto o en el modelo que estemos empleando. lo cual es fácil de decir pero difícil de hacer... por ejemplo: si vamos a hacer un retrato, a dibujar un rostro humano, el lado izquierdo del cerebro tenderá a desagregar las partes que lo componen: los ojos, la nariz, la boca... y los dibujará no como se ven en el modelo, sino según la idea esquemática que tenemos en la mente de lo que son unos ojos, lo que es una nariz, lo que es una boca... y el resultado será que probablemente dibujaremos estos rasgos del rostro desproporcionados y caricaturizados.

por el contrario, el lado derecho percibirá los distintos elementos del rostro tal como los ve en el modelo. el lado derecho no se para a pensar si lo que ve es una nariz o qué es. simplemente se preocupa de dibujar las líneas que representan este rasgo tal como las ve. el rostro o cualquier otra cosa que se esté dibujando se percibe como un todo. por otro lado, el lado derecho del cerebro no tiende a establecer una secuencia lógica a la hora de emprender una tarea, como sería propio del lado izquierdo. por eso, para dibujar no es necesario seguir un orden, pues todas las partes son igual de importantes. siguiendo con el ejemplo del retrato, se puede empezar por el rostro, después los contornos externos de la cabeza, después el pelo... o cualquier otro orden que se prefiera.

una vez explicada esta base teórica, la autora dedica un capítulo a cada uno de los aspectos del dibujo: los contornos, la perspectiva, las luces y sombras, los colores... y en cada uno de ellos pone ejemplos y propone ejercicios para practicar lo que se ha enseñado. el capítulo que más grabado se me quedó fue el de la perspectiva. explicaba que el modelo que utilizamos tenemos que verlo siempre como una proyección en dos dimensiones, y dibujar las líneas con la longitud con que las vemos, no con la que tendrían realmente. volviendo al ejemplo del retrato, si nos basamos en la foto de una persona que está de semi-perfil, aunque nos "extrañe" que un ojo sea más grande que el otro, así es como tenemos que dibujarlo porque así es como se ve bajo ese ángulo. y si nos empeñamos en dibujarlos del mismo tamaño, el resultado final dará una sensación de desproporción.

con este libro no se aprende a dibujar de la noche a la mañana ni mucho menos, pero sí que enseña algunas cosas muy prácticas que hay que tener presentes a la hora de dibujar. y me gusta, sobre todo, porque trata un tema muy interesante como es la manera en que funciona nuestro cerebro. y lo hace de manera amena y entretenida, se puede leer como quien lee una novela.

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