boda

la primera entrada que escribí en mi antiguo blog de hotmail fue una crónica de la boda de una amiga mía. la escribí como lo habría hecho en un diario, sin pensar que nadie la iba a leer. pasado un tiempo, le pasé el enlace a la interesada, la leyó y me aseguró que le gustó mucho. me tranquilizó tener su aprobación.

hoy me ha parecido un buen día para recuperar esta entrada. eso sí, he modificado muchas cosas, he borrado algunas frases que no me sentía cómodo leyendo... y no lo he modificado más todavía para que no perdiera su esencia. espero que os guste y que no os riáis mucho de mí. ;)



22.06.2008

llegué a la iglesia sobre las once, y en seguida encontré a gente conocida, por lo que no me sentí incómodo. no tardaron en llegar los novios, que estaban tan simpáticos, tan sencillos y tan campechanos como son ellos siempre. ella iba muy guapa. llevaba un traje color blanco-hueso realmente bonito y se había rizado el pelo, le quedaba muy bien. la misa fue breve. el cura hizo varios comentarios simpáticos a lo largo de la celebración. las peticiones las leyeron varios niños -sobrinos de él y de ella, supongo- que lo hicieron muy bien, se notaba que habían ensayado.

tras la misa, nos dirigimos hacia el restaurante donde se celebraba la comida, repartidos en varios coches. el menú en general gustó bastante. hubo algún "vivan los novios!" y algún "que se besen!" (petición que fue concedida). nos repartieron unas hojas en las que venían unas 'normas de convivencia' humorísticas a seguir durante la celebración. fue ella quien las redactó, es una chica muy ingeniosa. posiblemente hizo varias versiones. la que entregaron en nuestra mesa contenía alusiones a cosas que habíamos estudiado en la carrera. eran cosas del tipo: "prohibido calcular el volumen del plato de setas...", "prohibido minimizar el tiempo de la comida y maximizar el tiempo del baile...".

los niños que había allí repartieron por las mesas cajas de caramelos, una para cada uno. ese tipo de detalles son muy simpáticos y se agradecen. también nos repartieron unos boletos de la o.n.c.e. de estos en los que aparecen varias cantidades en euros tras rascar los círculos. si salía tres veces la misma cantidad, te tocaba un premio por ese importe. me salió 100 euros dos veces, por poco...

los novios tuvieron el buen criterio de ponernos juntos en la misma mesa a todos los del grupo de amigos. éramos tres solteros -dos chicas y yo- y una pareja ya casada, a cuya boda asistimos hace tres años. la chica casada nos estaba comentando que no hay que precipitarse, que la persona adecuada llegará cuando menos lo esperemos... yo les conté algo que nunca les había contado antes, y es que mi abuela materna siempre me decía que esperase a encontrar a la chica adecuada, que tenía que ser la que me gustara a mí y no la que les gustara a mis padres ni a nadie... ésas fueron las últimas palabras que me dijo antes de que nos dejara, y por eso las considero una especie de profecía...

cuando acabamos de comer, pasamos a la pista de baile. al principio me dio un poco de apuro bailar, pero pronto me animé, ya que mis amigas me alentaron a que demostrara mis conocimientos adquiridos en las clases de baile. y es que he estado un año asistiendo a clases de salsa, porque aunque no me entusiasme la música latina, resulta divertido, es una manera de relajarse, y además es un ejercicio físico. la verdad es que las canciones que pusieron, de salsa tenían poco. pero algunas de ellas, con buena voluntad, se podían bailar con pasos de salsa.

pusieron canciones de ayer y de hoy: desde el chiki chiki de eurovisión, que no podía faltar, hasta salta! de tequila, pasando por la divertida aquí no hay playa. me llamó la atención que pusieron algunas canciones que parecían pasadas de moda y olvidadas, como por ejemplo yo quiero bailar toda la noche, de sonia y selena creo que se llamaban, y la gente no sólo las recordaba sino que además las coreaba a voz en grito.

al llegar las ocho de la tarde nos teníamos que ir porque el local estaba reservado para otro evento. la fiesta continuaba en un bar en la zona centro de madrid. como sobraba tiempo, acompañé a una de mis amigas a su casa a cambiarse de zapatos. llegamos al garito tras dar muchas vueltas para aparcar. una vez allí, esperamos a que llegaran los novios para pasar un rato más con ellos, despedirnos y darles las gracias por habernos invitado y por haber cuidado tanto los detalles para que la gente pasara un buen rato.

sin duda, un día para recordar.

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