cenicero

el otro día fui a una papelería a por unas cosas, y vi por casualidad esta pasta para modelar...


cuando estaba en 1º de egb, hice un cenicero de arcilla que luego pinté de naranja con motas verdes. por qué elegí esos colores, es algo que se podría psicoanalizar... recuerdo que los hicimos en clase, en esas mesas hexagonales que teníamos, y el profesor nos proporcionó los materiales.

ese cenicero lo guardé durante mucho tiempo, aunque ahora ya no sé dónde está. y por eso se me ocurrió hacer otro igual... bueno, igual nunca iba a ser, pero intentaría aproximarme lo más posible.

así pues, lo primero que hice fue dar forma a la pasta. la utilicé toda, con lo cual me salía un cenicero más grande que el que hice de niño. pero si quitaba un poco, me iba a sobrar una pequeña cantidad con la que no habría sabido qué hacer...


tardó dos días en secarse. el siguiente paso fue aplicarle el color. las acuarelas no son la herramienta más adecuada para pintar un objeto de cerámica, pero bueno.

además la gama de colores era muy reducida. el naranja que había era demasiado amarillento, así que lo mezclé con rojo y amarillo. el verde era demasiado oscuro, y por eso lo mezclé con amarillo y azul. lo bueno de esas mezclas es que así quedaba más... jaspeado, podríamos decir.



tenía muchas ganas de terminarlo, por lo que fui un poco impaciente y le apliqué el barniz cuando la acuarela aún no estaba seca del todo. además es que inhalar barniz no es demasiado sano, por lo que esa fase quería quitármela de encima cuanto antes.


y éste es el resultado: un cenicero que muy bien podría estar hecho por un niño de siete años, al igual que el original en el que está inspirado. ;)


Comentarios