lunerías

en una historieta de los pitufos, la pitufina prometía casarse con el primer pitufo que consiguiera bajarle la luna, nada menos. :O así aprendí cuando era pequeño la expresión “pedir la luna”.


la luna, al ser nuestro satélite, en comparación con otras distancias astronómicas parece que está ‘ahí mismo’, como quien dice. pero en realidad se encuentra a una distancia aproximada de 380.000 km.

la circunferencia máxima de la tierra mide unos 40.000 km, un dato que se me quedó muy grabado de pequeño gracias al concurso si lo sé no vengo presentado por jordi hurtado -ese señor que nunca envejece-. por tanto, la distancia de la tierra a la luna equivale a nueve y media vueltas al mundo.

cuando éramos niños, nos sorprendía que la luna estuviera siempre en la misma posición respecto a nosotros, aunque nos desplazáramos. incluso cuando íbamos en coche, la luna nos seguía.

esto se debe a que la distancia que podamos trasladarnos, por grande que sea siempre será despreciable frente a la distancia de la tierra a la luna. por ello, siempre la observamos desde el mismo ángulo y no la perdemos de vista. esperando el tiempo suficiente veremos la luna cambiar de posición, pero será debido a su movimiento de rotación alrededor de la tierra.


los satélites suelen ser muy pequeños en comparación con los planetas sobre los que giran, pero no sucede así con la luna. su radio es aproximadamente un cuarto del radio terrestre. si la tierra tuviera el tamaño de un balón de fútbol, la luna sería como una pelota de tenis.

si la luna cayera sobre la tierra, cubriría toda europa. así que eso de “bajar la luna” no es ninguna broma. no es mi idea de romanticismo, no.

anoche hice una foto de la luna poniendo el zoom de la cámara al máximo. ilumina bastante para no tener luz propia, sino reflejada del sol.

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