memoria


sólo nos acordamos de lo que nos acordamos. dicho así puede parecer una obviedad, pero lo que quiero decir es que hay cosas que olvidamos tan profundamente que ni siquiera somos conscientes de haberlas olvidado. y cuando esos recuerdos vuelven a nuestra memoria, nos sorprenden.

sucede cuando releemos un libro: recordábamos algunos pasajes, pero muchos otros no. también cuando repasamos una asignatura superada mucho tiempo atrás. o cuando volvemos a escuchar un disco que lo teníamos cubierto de polvo durante años.

pues bien, he tenido esa sensación al buscar y releer e-mails colectivos que nos enviábamos los compañeros de la beca citius, allá por 2005. asistíamos a unos cursos que nos unían mucho, ya que se organizaban debates y dinámicas de grupo que nos obligaban a interactuar entre nosotros. y al final del curso apuntábamos en una lista nuestros nombres, teléfonos y direcciones de e-mail, para mantenernos en contacto. alguien recopilaba esos datos en una hoja excel y nos la enviaba.

incluso, al final de uno de los cursos se creó un grupo en yahoo. conservo los mensajes, porque me llegaban al correo. hoy día se habría hecho en facebook. o quizá en whatsapp, ya que hay gente a la que no le mola mucho facebook.

he releído esos mensajes, y había conversaciones de las que no me acordaba en absoluto. asimismo, no asociaba la mayoría de los nombres con las caras que yo recordaba de aquellos cursos. se me ha ocurrido introducir en el buscador de facebook algunas direcciones de e-mail, las que presumiblemente pudieran estar activas todavía.

por medio de esa búsqueda he encontrado a personas cuya cara me resultaba conocida, de tal manera que podía decir “aahh, ya sé quién era éste/ésta!”. pero también me ha salido gente que no me sonaba para nada. les vería por la calle y no les reconocería, qué mal. :( quizá al haber coincidido con esas personas sólo durante un curso de tres semanas, no me han dejado tanta huella como puedan dejar los compañeros del colegio. además, los recuerdos de la infancia perduran más en la memoria...

en definitiva, releer e-mails de hace años es la versión moderna de abrir un cofre con cartas y fotos antiguas. lo segundo era más romántico, y además mantenías el pasado idealizado en tu mente. no como ahora: buscas en facebook a una chica que te gustaba, descubres que está casada y con hijos, y vienen los lloros. eso por jugar a detective. :P

os gusta de vez en cuando rescatar recuerdos que estaban llenos de telarañas? tenéis buena memoria para recordar nombres y rostros, incluso si son de personas a las que conocisteis fugazmente?

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