aprender idiomas


para viajar a otros países es necesario tener ciertas nociones de idiomas. de lo contrario, se puede llegar a pasar un poco mal...

cuando era pequeño, había unos libros de frases para viajeros titulados “quiere usted saber (...) en diez días?”. todavía conservamos algunos en casa. eran de la editorial ramón sopena, la misma del famoso diccionario íter sopena que hemos tenido todos los de la generación egb.

esos libritos de idiomas estaban organizados por capítulos: en la aduana, en el hotel, en la ciudad, de compras... junto a cada frase te indicaba la pronunciación aproximada. y al final incluía varios apéndices de gramática y vocabulario básico. aun así, es utópico pretender aprender cualquier idioma en diez días. además, si te responden con cualquier cosa que se salga de esas ‘frases modelo’ que te has aprendido, te quedarás descolocado.


eso sí, ese tipo de libros -que se siguen publicando en la actualidad- al menos contienen frases completas. los diccionarios de idiomas sólo te dan las traducciones de las palabras pero sin decirte cómo enlazarlas. y es que la sintaxis de cada idioma es diferente. los diccionarios sirven para alguien que ya tenga conocimientos de ese idioma y que quiera buscar alguna palabra puntual.

hace unos meses os mostré un curioso diccionario de esperanto de la editorial sopena. en la primera página, que podéis ver un poco más abajo, venía el listado de idiomas disponibles en aquella colección. observamos que los idiomas de europa del este estaban un poquito olvidados.

y en cuanto a los idiomas del norte -finlandés, sueco, noruego y danés-, sólo faltaba el islandés. quizá hicieron un estudio de mercado y consideraron que no salía rentable. pero es un idioma muy curioso. aunque se usa el alfabeto latino, tiene varios caracteres especiales que deben de requerir alguna combinación de teclas del ordenador para escribirlos. luego dicen de nuestra letra ñ.


hay algo que se asemeja a un idioma, y son las matemáticas, que yo intento enseñar con más o menos fortuna. si te empeñas en aprenderte de memoria cómo se hace cada problema sin entenderlo, en cuanto te pongan algo que se desvíe milimétricamente de ese ‘problema tipo’, ya no vas a saber hacerlo. aparte de que se te va a olvidar una semana después de habértelo estudiado.

es como cuando te aprendes frases de memoria en un idioma sin tener una base sólida. nunca llegarás a desenvolverte en ese idioma. por eso hay que abrir un poco la mente y tratar de ver la lógica que hay detrás de los números y las fórmulas. de esa manera, cuando te pongan un problema, aunque quizá no lo hagas a la primera como el repelente sapientín -el primo de zipi y zape-, al menos no te quedarás en blanco y sabrás cómo abordarlo.

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