primavera

hoy me han cancelado unas clases en el último momento, así que he aprovechado la tarde para hacer dos cosas:
  • ir andando hasta la casa donde se va a mudar de manera inminente la familia de un alumno mío, para hacer el simulacro y saber cuánto se tarda.
  • visitar el parque quinta de los molinos, que se encuentra en esa zona. quería ver también el parque del capricho, pero ése no está abierto en día laborable, y como las cosas han surgido así hoy...

pues vamos a ver qué tal está este parque. la entrada mola, con lo que me gustan los arcos.



ésta es la avenida principal, como si dijéramos.


y ésta es una especie de calle secundaria paralela, por donde se pueden ver más arbustos con flores y esas cosas típicas de la primavera.




en esto de la fotografía, voy haciendo mis *pinitos*.


me quiere, no me quiere?


a esto se le llama poner puertas al campo.


no sé qué es este ‘coso’ -como dicen los adolescentes-, pero me ha dado ideas para problemas de geometría. el hueco es medio cilindro y un cuarto de esfera.



jamás he sabido dónde se encuentran y cómo se extraen los piñones de las piñas.


llegamos a un cruce de caminos...



qué túnel tan chulo! vamos a ver qué hay al otro lado.



ahora que estamos en primavera y el sol incide con menos inclinación que en invierno, las sombras no son tan largas.


soy muy obsesivo con lo de lavarme las manos, pero parece que no hay jabón, así que mejor me espero a llegar a casa.




tras una verja hay esta especie de antigua fuente...


desde aquí hay unas bonitas y simétricas vistas.


agua, agua! y no, no estoy avisando de que viene la poli.


estoy buscando el palacio del que me han hablado, pero me da que esto no es...


aquí lo tenemos. no está mal como casa, eh?



mecachis, se me han olvidado las llaves.


vista lateral del palacete.


al final de este camino se ve uno de los molinos de viento a los cuales hace referencia el nombre del parque, quinta de los molinos.



tiene 18 aspas, si no he contado mal.


allí a lo lejos se ve otro molinillo!



emprendemos el camino de regreso. por aquí hay olivos y todo, aunque no son como los de jaén.


aquí hay una pradera con árboles perfectamente alineados. se podría calcular cuántos hay multiplicando filas por columnas.


espero que os haya gustado este paseo, aunque las fotos hayan sido un poco ‘random’, es decir que no siguen ningún orden ni hilo conductor. quiero dar las gracias a laura por orientarme sobre cuáles son los lugares de este parque que uno no se debe perder. :*

y terminamos con un consejo: nunca dejéis que los árboles os impidan ver el bosque.

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