subir escaleras

es oficial, ya no uso el ascensor. y es mejor así, porque en un ascensor te puedes encontrar con cualquier cosa. :O


hace un año empecé a subir andando hasta el 5º piso donde vivo. lo que me interesaba era subir, porque es con lo que verdaderamente se hace ejercicio. realizas un trabajo mecánico igual al incremento de tu energía potencial, m·g·h, siendo m tu masa, g la aceleración de la gravedad y h la altura. subiendo te fatigas, bajando no. por eso, aunque subía andando, bajaba en ascensor, porque total, bajar andando no me aportaba gran cosa ni tenía mérito.


sin embargo, pensándolo bien, bajando también se ejercitan las piernas, porque al fin y al cabo tienen que sostener el peso de tu cuerpo y mantener el equilibrio. con lo cual, ya no uso el ascensor para nada. y en las casas de mis alumnos también subo y bajo andando. de todos modos en una de ellas no hay otra opción, porque no tiene ascensor.


si representamos en una gráfica el número de escalones subidos en función del tiempo, obtenemos la típica función con derivada primera positiva -siempre crece- pero con derivada segunda negativa -cada vez crece menos-. efectivamente, cada vez estás más fatigado y te cuesta más subir. subes del bajo al primero en un suspiro porque estás ‘fresco’, pero para subir del cuarto al quinto por ejemplo, tardas significativamente más. cada nuevo piso te cuesta más que el anterior.

la pendiente de la recta tangente a la gráfica en cada punto -es decir, la derivada primera-, cada vez es menor por lo que hemos dicho: es una función cóncava, su derivada segunda es negativa.


el otro día mi doctora me dijo que había perdido peso. me lo comentó de pasada porque no era eso por lo que iba, pero oye, me dio un motivo más para estar contento. ^_^ lo que me sorprende es que haya notado diferencia en apenas unos meses que han pasado desde que la conozco. viendo fotos mías de hace un año tal vez sí que se nota un poco de diferencia, tenía más ‘mofletes’ antes que ahora, supongo. la primera foto es de enero del año pasado, la segunda es de este año.

 leyendo el secreto de los cerezos de gemma lópez

leyendo juana en treinta cartas y un telegrama de caridad jiménez parralejo

Comentarios