boca a boca


en un curso de habilidades de comunicación al que asistí, que formaba parte de la beca citius, hicimos el siguiente experimento. el profesor le susurró al oído un mensaje al alumno/a que tenía más cerca, y éste tenía que decírselo a su compañero, y éste al siguiente... formando una cadena. el último de ellos escribió en un papel el mensaje final que le había llegado, y lo leyó en voz alta. el profesor lo comparó con el mensaje original, que tenía previamente escrito. y como os podéis imaginar, las dos versiones no tenían nada que ver. :D

este fenómeno lo estudió el matemático francés laplace. supongamos que una noticia se difunde boca a boca a través de varios testigos. la probabilidad de que cada uno de ellos transmita la información al siguiente de manera fiel a la verdad, se puede estimar en un 90% (muy optimista me parece, pero bueno). por tanto, la probabilidad de que la narración de un hecho llegue sin distorsión a través de una cadena de n informadores, será igual a (90/100)n, es decir 0,9n.


cuál será el valor de n para que la probabilidad de que un mensaje nos llegue intacto, esté por debajo del 50%? (en tanto por uno, 50/100 = 0,5). lo resolveremos tomando logaritmos y redondeando el resultado al número entero más próximo.
0,9n = 0,5
log(0,9n) = log(0,5)
n·log(0,9) = log(0,5)
n = log(0,5)/log(0,9) = -0,30103/-0,04576 = 6,57881 -> aprox. 7

para una cadena de 7 personas, 0,97 = 0,47830. es decir, la probabilidad de que la noticia llegue al interlocutor final sin omisiones ni añadiduras será del 47,83%, menos de la mitad. ese tipo de distorsiones en la información son las que a veces causan que se generen falsos rumores.

aunque en el caso de las noticias que aparecen en los medios, es más bien una cuestión de mala fe de los periodistas. eso le ocurrió a nuestra amiga esther, en sus aventuras de adulta. ^_^ el periódico que aparece es ‘the sun’, pues no olvidemos que las historias de esther están ambientadas en inglaterra. recuerdo que a principios de los noventa hubo un periódico sensacionalista que se llamaba ‘claro’, que pretendía ser el equivalente español de ‘the sun’ y similares. pero duró muy poco...

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